Los módulos solares convencionales están formados por una serie de células solares conectadas eléctricamente mediante barras colectoras metálicas. Las celdas solares de los módulos solares convencionales tienen huecos a su alrededor y las barras colectoras generalmente cruzan las celdas para unirlas. Los módulos solares con tejas tienen capas de células solares que se tocan entre sí y se conectan eléctricamente mediante un adhesivo conductor de electricidad (ECA). Esto elimina la necesidad de barras colectoras metálicas. Este método significa que no hay espacios entre las células solares, lo que aumenta el área de superficie de las células de silicio en el módulo solar. Además, no hay barras colectoras que cubran las celdas, lo que reduce la luz sobre las celdas solares. Esto mejora el rendimiento eléctrico y mecánico y la estética del módulo solar.